15 cosas que no puedes perderte en las Islas Feroe

Aisladas del mundo y rodeadas del Atlántico Norte, las islas Feroe son naturaleza salvaje lanzándose al océano. Un lugar donde disfrutar de sus escarpados acantilados, verdes praderas, pueblos que parecen salidos de un cuento, cataratas sorprendentes y turberas llenas de musgo en el que pastan las ovejas; un auténtico paraíso que no puedes ni debes perderte.

Vamos con algunos datos rápidos. 1.400 km2 de superficie, 1.100 km de costa, 18 islas de origen volcánico con apenas 50.000 habitantes, de los cuales 20.000 viven en la capital, Tórshavn, donde además están situados los únicos tres semáforos de las islas. Un dato curioso es que hay más ovejas – unas 70.000 – que habitantes, no en vano en Føroyar significa “islas de los corderos”.

¿Pero dónde están y cómo llegamos a las Feroe?

Situadas a medio camino entre Escocia, Noruega e Islandia, son fácilmente accesibles en avión o en ferry. Existen vuelos directos desde Dinamarca, Inglaterra, Islandia y Noruega, aunque la forma más fácil y cómoda desde nuestro país es viajar con los vuelos directos desde Barcelona que ofrece la compañía Atlantic Airways.

¿Cuantos días ir para ver todo en las islas Feroe?

Entre 4 o 7 días sería lo ideal para poder explorar gran parte de lo que te ofrecen las Feroe, eso sí, todo se puede atrasar o aplazar, puesto que tiene que tener cuidado con el tiempo, es totalmente variable, impredecible e inesperado. “Si no te gusta el tiempo que hace, espera cinco minutos”, es lo primero que te aconsejan nada más llegar.

Pero vamos al lío, ¿que ver y qué hacer en Feroe?

  1. Gásadalur y la catarata de Mulafossur

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A unos 20 minutos del aeropuerto, situado en la isla de Vágar, puedes visitar el pueblo de Gássdalur, uno de los más bellos. Hace años, antes de la construcción del actual túnel, solo podías llegar en helicóptero o a través de un sendero de montaña. Junto al pueblo, la cascada de Mulafossur nace en una de las paredes de los acantilados y te va a dejar hipnotizado.

  1. Traelanipa, el lago Sørvágsvatn y la catarata de Bosdalafossur

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También situado en la isla de Vágar, acércate a visitar el lago Sørvágsvatn, el más grande del archipiélago. Allí una de las imágenes más características de las Feroe te va a sorprender; un lago que acaba en los acantilados justo encima del nivel del mar y que, por el otro lado, se desborda en la catarata de Bosdalafossur directamente al mar.

  1. Saksun, un pueblo de cuento, con ogros incluidos

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Situada en un anfiteatro natural de una belleza descomunal, en lo alto de una laguna de mareas, Saksun, con 14 habitantes, es uno de los pueblos más bonitos del país y de los que yo haya podido ver en mi vida. Sus casas con techos de hierba y su pequeña Iglesia construida en 1858 lo convierten en el pueblo más especial.  Eso sí, la poco concurrida vecindad no te va a dejar hacer muchas fotos y te va a limitar por donde puedes o no puedes pasar, así que cuidado y aprovecha el momento. En el fiordo, al pie del pueblo, hay una laguna. Durante la marea baja, es posible caminar a lo largo de la orilla arenosa de la laguna alrededor del promontorio.

  1. Párate en la playa de Tjørnuvík

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Viniendo de Saksun puedes acercarte al Hermoso pueblo de Tjørnuvík y su maravillosa playa de arena negra con los dos pilares de roca Risin y Kellingin (el Gigante y la Bruja) al fondo. Un lugar que atrae la visita de muchos surfistas.

  1. Fossá, una catarata de vértigo

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Bastante popular entre los locales, las cataratas de Fossá quedan de camino entre Saksun y Tjørnuvík. Son las más altas de las islas y una de las paradas obligatorias del camino. Depende de la época del año, pueden ser mucho más grandes de lo que aparecen en la foto.

  1. Pueblo de Bøur

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Muy cerca de Gásadalur encontrarás el pueblo de Bøur, uno de los asentamientos feroeses más antiguos que se remonta a la era vikinga, con unas hermosas vistas al islote de Tindholmur. Nosotros tuvimos suerte y al llegar estaban grabando una película de época, por lo que pudimos disfrutar de una escena.

  1. Gjógv, una garganta abierta

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Con menos de 50 habitantes, Gjógv es el pueblo más al norte de la isla de Eysturoy. En este pequeño pueblo puedes encontrar otra de las imágenes más típicas. Un desfiladero de unos 200 metros de largo que corre desde el mismo pueblo hasta el océano. Solo puedo decir que es espectacular y el pueblo, como los demás, son de fotografía.

  1. Vistas desde Fossingshamar en Funningur

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Otra hermosa ubicación es la espectacular cordillera de Fossinshamar que ofrece vistas al fiordo de Funningsfjørdur y al idílico pueblo de Funningur. Tuvimos mala suerte y nos encontramos con el peor tiempo, así que tuvimos que descartar la caminata hasta arriba.

  1. Ruta con velero

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En el pueblo de Norðlysið puedes subir a un velero que navega por Nólsoy y sus acantilados, donde podrás disfrutar de vistas marítimas y del aire fresco del mar. Llévate la banda sonora de Jurassic Park, porque es lo primero que te vendrá a la cabeza al contemplar estas vistas. Si te gusta la diversión en el mar, puedes combinarlo con la vuelta en el speedboat de RIB62 y entrar en las cuevas situadas a pie de acantilado. Te aseguro un día redondo. Un consejo, lleva abrigo y chubasquero, aunque estés en pleno verano, no te van a sobrar.

  1. Faro de Kallur

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Situada al norte, en la isla de Borðoy puedes encontrar la segunda ciudad de las islas, Klaksvík, desde donde podrás subir a un ferry que te llevará a la cercana isla de Kalsoy para acercarte a la población de Trøllanes desde donde se inicia una pequeña ruta a pie que te llevará hasta el faro de Kallur. Prepárate si tienes vértigo, hay un pequeño estrecho para llegar hasta la punta que no es apto para cardíacos, eso sí, ¡qué vistas!

  1. Comer en una casa particular

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Nada como la comida casera y si esa máxima la trasladamos a las Feroe, nos lleva a cenar en una casa particular, como la de los agricultores Ana y Óli Rubeksen, donde puedes probar una comida tradicional de cordero y mantener una conversación con unos grandes anfitriones mientras disfrutas de su “heimablídni” (hospitalidad) y de unas vistas impresionantes a medida que el sol se sumerge lentamente en el horizonte.

  1. Puestas de sol y salidas de sol en las islas Feroe

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Disfrutar de las salidas y de las puestas de sol en las Feroe es uno de los grandes privilegios del viaje. Si vas en primavera o en verano las horas se alargan y las puestas de sol duran hasta pasada la media noche, con lo que tienes la hora dorada y azul aseguradas.

  1. Pasear por Tinganes, el casco histórico de la capital

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Entre la catedral y el faro de la capital, se encuentra una pequeña península donde encontrarás el casco histórico de Tórshavn, Tinganes, que, con sus tradicionales casitas de madera con tejado de hierba, parece que te has trasladado a una aldea vikinga de siglos atrás. Es un paseo muy recomendado. Además a su lado están los principales restaurantes para disfrutar de una buena cena.

  1. Mykines

La isla de los Puffins. Una de las islas que protagonizan muchas de las postales de las islas y de las pocas visitas que no pudimos realizar debido al mal tiempo, pero os aseguro que volveré, no me quedo sin poder ver este paraíso, su faro, sus vistas y sus habitantes alados más ilustres.

  1. Vuelo en helicóptero

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El temporal no dejaba hacer el trasbordo en el ferry posterior desde Mykines pero sí pudimos realizar el vuelo en helicóptero. Por cierto, muy recomendado. Sé previsor y guarda la visita para un día que parezca que va a hacer buen tiempo. Recuerda que el helicóptero es solo para 8 plazas, así que reserva con tiempo, no vayas a quedarte en tierra. En la página oficial de Atlantic Airways puedes consultar sus horarios.

Alguna Información práctica para tu viaje a las Feroe

Entrada: Para entrar es suficiente con el DNI, no es necesario un visado.

Clima: Gracias a estar situadas en la corriente del Golfo, el clima es mucho mejor que en latitudes similares. Llévate un impermeable y ropa para abrigarse, aunque sea verano, el clima es muy variable. Entre junio y septiembre hay 19 horas de luz. ¡Aprovéchalas!

Moneda: La corona Feroesa es la moneda oficial de las islas, mi recomendación es que pagues todo con tarjeta, porque todas las monedas o billetes que te lleves no te los van a cambiar en ningún banco.

Alojamiento: Hay alojamiento de todo tipo en las islas. Desde hoteles a campings y muchas casas y habitaciones en alquiler que encontrarás en Airbnb, por ejemplo. Para mí, esta última opción es la mejor para poder visitar las islas a tu aire, cenar tarde o prepararte una buena comida antes de salir.

Internet: A pesar de estar bajo Dinamarca, en las Feroe no hay roaming. Lo mejor que puedes hacer para estar conectado es comprar una tarjeta local.

Mascotas: No está permitida la entrada de ninguna mascota para estancias inferiores a 3 meses, así que olvídate de poder traerla.

Conducir: La edad mínima para alquilar un vehículo es de 23 años. La gran mayoría de las islas están bien conectadas por túneles y carreteras bien asfaltadas, por lo que viajar en coche es cómodo y es como le vas a sacar más partido a tu viaje. Eso sí, cuidado no atropellar a una oveja despistada.

Compras: La lana feroesa es lo más típico que puedes comprar, aunque si te gusta la cerveza, hay fábricas como la de Okkara, donde podrás hacer una cata de sus cervezas.

2 comentarios en “15 cosas que no puedes perderte en las Islas Feroe

  • el a las
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    Qué locura de paisajes!!! Es uno de los países menos conocidos turísticamente hablando y tiene pinta de que tiene mucho que ofrecer!!

    • el a las
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      Muchísimo! Es un lugar espectacular, y aún bastante libre del turismo masivo, muy recomendado! 🙂

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