Un fin de semana en Mallorca
Mallorca es sinónimo de playas y calas de ensueño, de bellos paisajes, carreteras con mil curvas y promesa de mil fotografías por hacer.
La isla, con sus casi 80 kilómetros de distancia de un extremo a otro y con sus 550 kilómetros de costa, promete a su visitante poder disfrutar y fotografiar algunas de las calas, playas y acantilados más bonitos del Mediterráneo. Así que, aprovechando que tuve que ir para impartir un curso de fotografía a nuevos propietarios de la Fuji XT-10, para Fujifilm ¿Por qué no quedarme todo el fin de semana, alquilar un coche y visitar parte de esas maravillas?
Si dispones de un fin de semana, no lo dudes, reserva plaza en el avión, una habitación y alquila un coche para recorrer parte de la isla, no te arrepentirás. Pero, ¿por dónde empezar?
Si has llegado un viernes, puedes aprovechar para acercarte a Valldemossa, con sus calles empinadas y estrechas. La población está a solo 17 kilómetros de la capital. En ella encontrarás la casa natal de Santa Catalina Thomás. Aunque su atracción principal es La Cartuja y el recuerdo que en ella dejó la estancia de la pareja formada por Chopín y George Sand.
Otra alternativa es acercarte a Sant Elm y disfrutar de las vistas a la pequeña isla de Sa Dragonera. Eso sí, si te acercas hasta la Torre de la Cala en Basset, para fotografiar un atardecer de ensueño, ten en cuenta que debes caminar por un estrecho sendero para llegar, así que a la vuelta, si el sol ya se ha puesto, no hagas como yo y pierdas el camino, porque vas a sufrir para volver a encontrarlo a oscuras.
Como la lógica impera, no puedes dejar de ver la ciudad de Palma, con su precioso casco antiguo, donde encontrarás la imponente Catedral gótica (Sa Seu), en su emplazamiento espectacular a orillas de la bahía y el puerto pesquero, el Palacio de la Almudaina, el que fuera palacio árabe o uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica civil como es la Lonja y como no, acabar en la Plaza Mayor. Te recomiendo que te levantes pronto, así no te encontrarás con muchos turistas y podrás visitar los monumentos tranquilamente o bien,si lo que quieres es hacer un poco de fotografía callejera, aprovechar que no haya demasiadas personas.
Por el mediodía puedes acercarte al Castell de Bellver. Construido por el rey Jaime II como residencia real. En el siglo XIX se convirtió en fábrica de monedas. Aunque no tardes demasiado, si quieres ver más de la isla, tienes que coger el coche para dirigirte hacia Sóller.
Sóller está situada en el noroeste de la isla de Mallorca, en pleno corazón de la Serra de Tramuntana, un lugar para perderte paseando por sus estrechas calles y disfrutar de la ciudad y de su rico patrimonio en iglesias, monumentos, casas señoriales modernistas y palacetes, así como de su puerto natural, un enclave único en la isla. Para acercarte al puerto, puedes ir con el coche o bien subirte al tranvía que cubre los cinco kilómetros que separan el núcleo de Sóller de su puerto y aprovechar para fotografiar su faro. Es una postal típica, pero una foto genial para hacer.
Una alternativa a Sóller es acercarte a Banyalbufar. Su encanto es callejear y asomar la cabeza al patio del hotel Sa Baronía para ver sus grandes vistas. Banyalbufar es de los pueblos menos conocidos entre los turistas, aunque allí se ha realizado uno de los anuncios más esperados cada verano, me refiero al de la conocida marca Estrella Damm. Además,puedes acercarte a la Torre del Verger para fotografiar unas vistas de ensueño.
Siguiendo la ruta puedes poner rumbo hacia el noreste de la isla, hacia Pollença o hacia el Port de Pollença, aunque como yo, seguro que pararás para realizar mil fotos del magnífico paisaje que disfrutaras por el trayecto, así como para ver la famosa carretera que lleva a Sa Calobra, que con sus 13 kilómetros de longitud, se ha convertido en una de las conducciones panorámicas más espectaculares del mundo. Diseñada por el ingeniero español Antonio Parietti, tiene un desnivel de unos 800 metros y sus curvas serpentean a través del rocoso y abrupto paisaje. Durante todo su trazado, la carretera es espectacular, dispone de 12 curvas de 180 grados y una de 360, llamada Nus de sa Corbata (Nudo de la corbata). Antes de llegar a la playa verás un cruce hacia la cala de Sa Calobra, una de las más espectaculares y turísticas de toda la isla de Mallorca.
Disfruta de su paisaje y de la subida hacía la carretera que te llevará al Port de Pollença. El motivo para escoger dormir en esta parte de la isla es que se sitúa al este, por lo que al día siguiente te podrás levantar pronto y disfrutar de una magnífica salida de sol desde la Cala Sant Vicenç, la Cala Figuera o el Cap de Formentor con su magnífico faro, uno de los enclaves más impresionantes de todas las Baleares. Una cita obligada para todo visitante de Mallorca. Aunque mi consejo es que si quieres una foto espectacular del faro, también vayas por la noche, el faro iluminado, la carretera y las luces de los coches se convertirán en una gran foto.
Yo escogí ver la salida del sol desde la playa en la Bahía de Pollença o desde la Bahía de Alcúdia para poder hacer fotos de sus varias pasarelas que entran directas al mar con el sol saliendo al fondo. Antes de irte de esta zona y del Cap de Formentor, párate en el mirador Es Colomer o sube a la Talaia d’Albercutx, justo al lado y disfruta de las vistas de los acantilados, del mar y del paisaje que te ofrecen estos enclaves mágicos.
Pero con todo esto, ya estamos a domingo y ya es hora de ir volviendo hacia Palma, no sea que pierdas el avión de vuelta, aunque yo estuve tentado a quedarme más tiempo disfrutando de esta isla y de todo lo que ofrece. La vuelta puedes realizarla de dos formas: o atravesando por el centro de la isla, opción que yo escogí porque no llegaba a tiempo al aeropuerto, aunque me dio tiempo a parar para visitar una enorme cooperativa abandonada, o acercándote hasta Manacor y el sur de la isla, donde puedes parar en la Cala son Moro, Porto Cristo y las Coves del Drac, esta última una de las cuevas más visitadas en Europa y por ello muchos las consideran la 8 maravilla del mundo. Y hasta aquí, porque si has visto todo esto, has perdido el avión o has llegado muy justo.
Os dejo un pequeño video y unas fotos de mi viaje por si queréis ver algo más de esta gran isla. Y antes de acabar este post, recomendar a todos los lectores que visiten Mallorca, ¡Un imprescindible en tu agenda de viajes!
